sábado, 5 de junio de 2010

A los jóvenes

"Pongamos otro ejemplo: un hombre que vaga alrededor de una carnicería robó un pedazo de carne; la gente corrió tras él gritando: ¡al ladrón! Se le detuvo e interrogó, averiguándose que era un artesano sin trabajo, que hacía cuatro días que no había comido ni él ni su familia. Pidiese al carnicero que lo dejase en libertad; pero éste era partidario (para los demás) del cumplimiento de la justicia, y el hambriento fue sentenciado a seis meses de prisión. ¿No se os sublevará la conciencia contra una ley y una sociedad que pronuncia todos los días semejantes infames juicios?
 
¿Pediréis la aplicación de la ley contra el hombre que, privado de educación y maltratado desde su infancia, sin haber oído nunca palabra de afecto y de cariño, termine su fatal carrera asesinando, azuzado por el hambre, a un vecino para robarle una peseta? ¿Pediréis su muerte, o lo que es peor, que vaya veinte años a presidio cuando os consta que es más bien que criminal, loco, y que su crimen es obra de la sociedad entera? ¿Pediréis que vayan a presidio esos infelices tejedores que en un momento de desesperación prendieron fuego a la fábrica donde han consumido su existencia y dejado su sudor o que fusilen al insurrecto que enarboló en la barricada la bandera del porvenir? No, seguramente.
 
Si en vez de repetir lo que se os ha enseñado razonáis; si analizáis la ley y apartáis de ella esas nebulosas ficciones con que se la ha envuelto a fin de ocultar su verdadero origen, que es el derecho del más fuerte, y su fondo que ha sido siempre la consagración de todas las tiranías que pesan sobre el género humano a través de su larga y sangrienta historia; cuando hayáis comprendido esto, sentiréis un profundo desprecio por la ley y sentiréis aversión sin tasa contra esa monstruosidad que os coloca diariamente en oposición con la conciencia.
 
Y como esa lucha no puede ser eterna, o tendréis que subordinaros a ser un miserable, o romperéis con la abominable tradición y vendréis a nuestro lado a trabajar por la completa destrucción de esta injusticia económica, social y política; entonces seréis socialistas revolucionarios."
 
 
A los jóvenes, Piotr Kropotkin.

Incendiaremos el mundo otra vez

Y volveremos, con varios años más a las espaldas pero con la misma fuerza con la que empezamos. Y seguiremos, con las mismas ganas...