Mi héroe favorito

Nunca he creído en héroes de pantalla de cine. Lástima, no voy a hablar de Batman esta vez. Personalmente, creo que este adjetivo va mucho más allá. Hoy en día se abusa de la palabra, y muchos consideran héroes a un futbolista por haber conseguido un balón de oro, o a un cantante por haber hecho una canción divina de la muerte. No hace falta llevar capa para serlo. 

Hoy, pongo de manifiesto que yo sí tengo un verdadero héroe, y es mi abuela. Muchos, si algún día llegáis a leer esto (cosa que dudo mucho) pensaréis que estoy loca, otros me entenderéis a la perfección (o no), y a otros simplemente os dará igual. No me importa. Para mí uno de mis héroes es ella. Ella y tantos otros que lo han dado todo por seguir adelante. Ahora y sobretodo en tiempos duros. Tiempos en los que todo se convertía en un camino enorme lleno de obstáculos donde más de uno que ahora va de fuerte hubiera caído. Tiempos en los que vivir no consistía en ir al parque a echar el rato. Subsistir. Esa es la palabra. Subsistir a unas normas impuestas por inmorales asquerosos que sólo pensaban en ellos mismos y a una sociedad piramidal donde todos ellos estaban abajo, aguantando con todas sus fuerzas la base que sostenía a los cerdos de arriba.

Ahora estarás pensando que digo auténticas gilipolleces. Me da igual. Los considero héroes porque estoy segura de que una cosa así no es capaz de hacerla cualquiera, y menos seguir adelante con la misma ilusión con la que empezaron el camino sin rendirse ni una sola vez. Plantarle cara a la muerte, o incluso morir para conseguir ésto que ahora tenemos y no apreciamos. Esos son los verdaderos, los que ahora sonríen viendo que sus nietos leen libros que antes estaban prohibidos, los que se contentan sabiendo que pueden andar por la calle sin pensar qué puede pasar si a la vuelta de la esquina se encuentran con uno de los del traje gris, los que lo han dado todo por un futuro mejor sin pedir nada a cambio.

Y ahora dime ¿quién es el tuyo? ¿Messi? ¿Madonna? ¿Barack Obama?

Para mí, los verdaderos héroes son auténticos desconocidos.

Usted nunca será una hortaliza, porque incluso las alcachofas tienen corazón

Sabía que existía el racismo y la xenofobia, pero hasta cierto punto. Hoy, estando en Serveis Territorials solucionando problemas que no deberían existir para que me puedan dar una triste beca, se ha acercado un hombre al mostrador diciendo auténticas gilipolleces. Resulta que el señor ha venido a quejarse porque a su hijo no le ha tocado estudiar en el colegio de los sueños de su padre. Éste, con muy poca vergüenza, argumentaba que había hecho un porcentaje a partir de la lista de alumnos, y que el 80% de apellidos eran extranjeros. Veo que aún hay gente ignorante y asquerosa en este mundo que todavía no ha entendido que puedes llamarte Mohamed y ser tan catalán como uno que se llame Jordi.

A todo esto, seguía diciendo que esto no podía ser, que a cada cual colegio peor. He estudiado toda mi vida en escuelas públicas, con inmigrantes en clase y nada impide estudiar si existen ganas y te pones a ello. No he entendido nunca que la diversidad sea un impedimento para el avance o el aprendizaje, más bien opino todo lo contrario, la diversidad nos hace más ricos en cuanto a cultura y pensamiento.

No contento con las barbaridades que había soltado, escucho que el señor que le atendía le dice "me parece que te estás equivocando, son tan de aquí como tú, no comparto lo que dices" y éste ha respondido "bueno, analizándolo bien, puedo hacer dos cosas, o me voy de Mataró o empiezo a matar y acabo en la cárcel". ¿De verdad? ¿De verdad existe gente tan ignorante que aún tiene pensamientos tan retrógrados? Me cuesta creer que después de las barbaridades que han sucedido a lo largo de la historia aún haya personas como éste señor que piensen de esta manera, haciendo distinciones por el color de la piel o por el apellido que llevan. Triste, muy triste...

A gente que piense como este personaje... Sólo decir que ni vuestra residencia, ni el credo, ni el color, ninguna diferencia os hace superior, estúpidos racistas.

Para vosotros, os la dedico.

"Qué difícil es hablar con la pared, menguar tu estupidez, tu xenofobia. Hacerte comprender que tu agresividad se puede responder con mala hostia"